¡Quiero ser un "Rock Star"!

Estaba viendo un video en YouTube llamado "THE MAKING OF A MUSIC TOUR *Free Documentary* by Dweezil Zappa" en su canal de YouTube, y me llamó la atención cómo muestra a su manera, sus angustias como músico a la hora de volver a salir de gira a realizar presentaciones en vivo tras el final de la pandemia de 2020, pues si así le sucede a alguien que tiene no sólo toda una trayectoria como músico profesional, sino un nombre reconocible como heredero del prolífico compositor estadounidense Frank Zappa, qué podemos esperar los que de manera muy incipiente estamos intentando transitar ese mismo camino, con dos grandes agravantes: Primero, no tener una trayectoria suficientemente consistente o sobresaliente en el espectro musical al que se pertenece; y segundo, estar viviendo este proceso en un país latinoamericano como Colombia.

En el video se muestra la preocupación que le genera a Dweezil, asumir la responsabilidad qué implica salir de gira y preparar una oferta suficientemente profesional y atractiva para las audiencias, considerando en especial la cifra económica necesaria para lograr configurar un Tour por Estados Unidos, pues nada o casi nada garantiza que tal inversión se pueda recuperar con facilidad, y por supuesto, hacer que se multiplique en condiciones justas para que sea "negocio" hacer todo el esfuerzo que implica salir a tocar la música en vivo...


Trayendo el tema de análisis al contexto de un músico o un grupo de músicos semiprofesionales o profesionales en Colombia en 2025, es necesario considerar "el antes, el durante y el después" a la hora de enfocar esfuerzos para realizar presentaciones en vivo.

"El antes" o la preproducción implica ensayar lo que se va a tocar. Puede que los músicos cuenten con un espacio suficientemente idóneo para ensayar y ensamblar un repertorio que cubra al menos 20 o 30 minutos, independientemente si es repertorio propio o de otros músicos de cualquier parte del mundo. Si esto no es así, se requiere alquilar por horas un espacio adecuado para realizar los ensayos necesarios y preparar una presentación decente. Por supuesto, entre más tiempo de trabajo, mejor, en términos de calidad en la interpretación musical... Además, también tendríamos qué contemplar detalles como los gastos de desplazamiento, accesorios para la optimización de los instrumentos como cuerdas, baquetas, parches, picks y demás, la calibración de los instrumentos en caso de requerirse, la planeación del vestuario y de los apoyos visuales o escenográficos, e incluso, si esperamos que las cosas sucedan como deberían y el equipo organizador del evento somos nosotros mismos, todos los gastos de promoción, para que las audiencias se enteren de lo que haremos y lleguen a ser persuadidas e inviertan su tiempo y dinero en nuestra presentación y ojalá, en los productos asociados como mercancía de la o las bandas, así como la oferta gastronómica o de bebidas, según sea la situación o el tipo de espacio en que se desarrolle el evento musical...

Luego tendríamos "el durante" o la etapa de producción del concierto, en la que es necesario considerar, además de los gastos de desplazamiento, que pueden variar dependiendo de la cantidad de músicos o el tipo de transporte que se disponga por presentación, el equipo técnico necesario como sonido, iluminación, y en general cualquier recurso tecnológico necesario, de no contar con esto en el lugar del evento, el alquiler del espacio, sonidista(s), Roadie(s), luminotécnico(s), VJ(s), camarógrafo(s), equipo logístico que ayude con la venta de mercancía, boletería y seguridad, e incluso la hidratación y alimentación de los músicos y equipo de producción, asumiendo que la organización del evento corre por cuenta propia, o los organizadores encargados no cubren estos aspectos y se decide contemplar dentro de los gastos de producción.

Para "el después" estaría fundamentalmente la formalización de los pagos a todas las personas involucradas de no haberse dado antes o durante el evento, así como todo lo relacionado con la administración de las redes sociales y sitio web en caso de existir, para informar a la comunidad de lo que se hizo y tener esto como soporte del trabajo que se viene haciendo para futuras presentaciones...

Ante este panorama, podemos considerar que para una presentación musical semiprofesional o profesional decente, lo necesario puede perfectamente oscilar en términos de tiempo, unas 2 a 4 semanas de preparación y un presupuesto no inferior importante en pesos colombianos qué depende mucho de cada situación y de ahí en adelante, tanto como los artistas/organizadores y el presupuesto lo permitan...

Por lo general y a la fecha de este escrito, al menos en Bogotá así como en las principales ciudades de Colombia, las oportunidades de presentación para agrupaciones de Rock o cierta música popular urbana no folclórica o regional, no cuentan con una tarifa fija o un patrocinio, sino que dependen principalmente del ingreso recaudado por boletería, y eventualmente, venta de productos como camisetas, discos y similares. Además, casi siempre, la oferta cultural incluye la presentación en una misma noche de varias propuestas musicales para intentar contar con la circulación suficiente de público a lo largo del evento, por lo que los ingresos adquiridos muchas veces deben ser divididos entre la totalidad de los grupos participantes, y en algunos casos, los organizadores o propietarios del lugar de la presentación, quienes también se quedan con un porcentaje de los ingresos en taquilla, además de los ingresos obtenidos por consumo o alquiler del espacio. Los lugares adecuados para la presentación de música popular urbana no suelen ser de más de 200 a 500 personas (salvo contadas excepciones) y difícilmente se logra el "lleno total" o "sold out" en este tipo de eventos, sobre todo, si la oferta consiste en ir a escuchar creaciones propias y no creaciones populares de artistas o compositores reconocidos en el amplio espectro musical. 

Este panorama, triste pero cierto, representa la incipiente realidad de muchos músicos, no sólo en Colombia sino en la mayoría de países y significa la principal dificultad por la que no es posible tan siquiera pensar como piensan estos asuntos los profesionales en Estados Unidos o países con una industria musical relativamente funcional, por ejemplo, a la hora de articular giras dentro del país, hacia otros países o incluso, dentro de la misma ciudad en la que nos ubicamos. 

Foto de Pixabay de Pexels: https://www.pexels.com/es-es/foto/fotografia-de-cambio-de-inclinacion-de-microfono-gris-y-negro-164879/Foto de Pixabay de Pexels: https://www.pexels.com/es-es/foto/fotografia-de-cambio-de-inclinacion-de-microfono-gris-y-negro-164879/

Quisiera poder llegar a una conclusión más esperanzadora, pero la realidad no lo permite pues a la fecha no existe ningún otro modelo alternativo de gestión que favorezca la realización de presentaciones en vivo, no para pretender ilusamente enriquecer a la primera y con poco o nulo esfuerzo a los artistas u organizadores, sino simplemente para hacer sostenibles los procesos de circulación musical, por lo que el llamado es a las audiencias (incluyéndome en este grupo cuando no estoy en el rol de músico) para que en este 2025 y con proyección hacia el futuro, tengan en cuenta que por más pequeños que seamos en cuanto a impacto mediático y de ventas, es importante valorar los esfuerzos que hacen los músicos para presentar ante nosotros su trabajo, y que cuando se establece un valor de ingreso al evento, no es por capricho o usura, sino porque para hacer las cosas posibles, existe un trabajo detrás y este dinero se utiliza para tratar de compensar lo invertido en la planeación y realización del evento que están por presenciar, y si pueden hacerlo con los artistas que usualmente llenan arenas y estadios, no debería ser visto de otra manera, con los artistas o agrupaciones locales, guardando las debidas proporciones y por supuesto, si nace hacerlo... así entonces, quiero citar una breve experiencia que tuvimos en diciembre de 2024 con una agrupación bogotana de Rock Psicodélico de la que hago parte como baterista desde septiembre de 2023.

El 13 de diciembre de 2024, la banda Cosmofónica realizó un concierto de cierre de año en las instalaciones de su estudio y base de operaciones, invitando a quienes vieran la presentación a donar dinero mediante algunos canales digitales, si así les nacía, y el resultado obtenido fue suficientemente grato, teniendo en cuenta que los pocos conciertos que se dieron durante 2024, o no representaron ingresos para la banda, o representaron cifras que no cubrían un porcentaje significativo de los gastos de producción de cada evento. Con esta experiencia, vimos cómo se pudo convocar una audiencia que difícilmente se puede reunir en circunstancias normales de una presentación en vivo y establecer una relación más estrecha para configurar una comunidad al rededor del trabajo que se viene haciendo con la banda.


El aprendizaje fue importante, pues pudimos probar cómo a través de los medios digitales se ha tenido un alcance mayor que el que se tiene normalmente con las presentaciones en vivo, robusteciendo la base de datos que resulta de vital importancia para crear y consolidar una comunidad que apoye y valore los esfuerzos realizados como artistas independientes. Ahora queda seguir diseñando e implementando estrategias qué nos permitan seguir creciendo apalancados en los medios digitales ampliando cada vez más el alcance de la propuesta musical para que cuando se salga a tocar en tarimas, se pueda contar con una base de seguidores suficiente que hagan sostenible o al menos en un porcentaje significativo, el esfuerzo que implica proponer una oferta musical independiente...

Por último, un video en el que el propio Frank Zappa explica cómo funcionaba su estructura en la década de los 80's:

Fragmento entrevista a Frank Zappa por Stephen Cox, 1984 - Zappainfrance

YouTube - 2025

Comentarios

  1. Excelente texto, describe de manera muy clara la triste realidad de los músicos Colombianos, que aún luchando contra la corriente de la absurda actualidad, siguen deleteintando a un pequeño, pero significativo público que se niega a dejar morir la buena música, bien elaborada y con criterio social como lo es el Rock. Ánimo apreciado artista, aún hay público que desea escucharte, y gracias por continuar con la lucha.

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